En verdad les digo: El que escucha mí palabra y cree en el que
me ha enviado, vive de vida eterna; ya no habrá juicio para Él, porque ha pasado de la muerte a la vida.
Sepan que viene la hora, y ya estamos en ella, en la que los
muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los que la escuchen tendrán vida. Así como el Padre tiene vida en sí mismo, así
también ha dado al Hijo el tener vida en sí mismo. Y también lo ha constituído juez por sel hijo de hombre.
No se asombren de esto: llega la hora en que todos los que están
en los sepulcros oirán mí voz. Los que hicieron el bien saldrán y resucitarán para la vida; pero los que obraron el mal resusitarán
para la condenación.
(Juan 5 : 24 - 29)